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Tu salud está en el vino

  #Dejatuhuella

Tu salud está en el vino

 
 

Que el vino reporta un considerable beneficio para la salud es algo que nadie pone ya en duda. Además de ser un estimulante social, hace años que las propiedades saludables del vino son reconocidas tanto por los consumidores como desde el ámbito médico, gracias a numerosos estudios que garantizan que su consumo favorece a nuestro organismo. Eso sí, hay que tomarlo de forma moderada para evitar el efecto contrario: no podemos olvidar que es un alcohol, y el perjuicio que, en exceso, puede provocar. Los expertos establecen que el equilibrio y la fuente de bienestar está en una copa al día. Teniendo en cuenta todas estas cualidades positivas que acumula el vino, ¿quién puede negarse?

 

· Favorece la función cognitiva. Son varios los estudios que concluyen que beber vio de forma equilibrada, equilibrada pero constante, ayuda en la prevención de enfermedades degenerativas y demencias. Además, actúa contra las inflamaciones, evita el endurecimiento de las arterias y mejora el riesgo sanguíneo: todo un aliado para el cerebro.

 

· Previene el envejecimiento. ¿El vino nos hace vivir más? Sí. Debido a sus propiedades vasodilatadoras, combate algunas enfermedades asociadas a la oxidación celular, una de las principales causas asociadas al envejecimiento.

 

· Es bueno para nuestro corazón. El vino tinto es rico en vitamina E, una gran aliada en la limpieza de nuestra sangre, ya que ayuda a su depuración de los vasos sanguíneos y nos protege de la formación de coágulos.

 

· Es un aliado para mantener el peso. Combinado con una dieta equilibrada y la práctica regular de deporte, el consumo de vino –moderado- favorece la pérdida de peso. ¿Por qué? El vino contiene antioxidantes con a propiedad de impedir la formación de nuevas células de grasa y estimular las existentes para depurarlas y eliminarlas paulatinamente.

 

· Contribuye a la salud dental. Algunos compuestos presentes en la uva, al ser fermentados en vino, adquieren la capacidad de evitar la aparición de bacterias vinculadas a la aparición de caries, además de ser eficaces contra la gingivitis –inflamación de las encías- e incluso el dolor de garganta.

 

· Limpia nuestro paladar. Las propiedades astringentes del vino hacen que, mientras comemos, percibamos el sabor de los alimentos de forma más intensa. Si ingerimos carne, por ejemplo, reduce el sabor de las grasas y nos proporciona una sensación positiva al limpiar nuestra boca. Todo un detalle que refuerza la opción de acompañar nuestras comidas con una copa de vino. No olvides que, al combinarlo con algunos alimentos y platos, el vino potencia aún más su sabor.

 

· Nos ayuda a conciliar el sueño. Un estudio desarrollado por la Universidad de Barcelona observó que la calidad del sueño mejora con la ingesta de vino. Y no solo dormimos mejor, también dormimos más: el tiempo de sueño profundo y sin interrupciones se alarga.

 

· Combate el cansancio. El “culpable” de esto es el resveratrol presente en la uva, que nos ayuda  a mejorar nuestra sensación de cansancio o apatía.

 

Por todas estas propiedades, el vino se erige como un gran aliado para el mantenimiento de nuestro estado de salud, dejando una huella muy positiva en nuestro organismo. Ahora tú también puedes devolver al vino tu particular huella: comparte tus sensaciones y ayuda a las bodegas a mejorar su vino gracias a tu experiencia. ¡Ahora, el vino también empieza en ti!

 
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